INTERVENTORIA: CONSTRUYE O DESTRUYE

Alguna vez, cuando apenas y tenía noción de lo que significaba la ingeniería civil y lo que era el bello arte de construir, me encontré con el termino INTERVENTORÍA y en esa época no entendía, por qué alguien debía aprobar o desaprobar lo que otra persona o empresa quería construir, para quien lo había contratado.

¿No se supone que si contratas a alguien o a una empresa, dicha persona o empresa hará su mejor esfuerzo por satisfacer a su cliente?

Pues en respuesta a ese supuesto, evidentemente es que sí, pero aun no entendía por qué tenía que tener un ente fiscalizador de lo que se hiciera.

La interventoría, como significado "es la labor que cumple una persona natural o jurídica, para controlar, exigir y verificar la ejecución y cumplimiento del objeto, condiciones, términos de la invitación y las especificaciones del contrato, convenio, concertaciones, dentro de los parámetros de costo, tiempo, calidad y legalidad, conforme a la normatividad vigente”, una buena definición encontrada en internet, lo cual me lleva a pensar que quienes ejercen este papel, deben ser profesionales altamente idóneos y calificados, para poder ejercer todo lo anteriormente nombrado.

Dado que vivimos en un país en donde la corrupción es cada día más y más grande, tenemos que contratar no solamente a quien es el experto en construir lo encomendado, sino contratar al experto que verifique lo que dicho experto construye.

Por supuesto lo que se construye tiene un incremento en costo, que finalmente saldrá del bolsillo del cliente. Pero más allá de lo expuesto, quiero preguntar: quienes son los que hacen este tipo de control o de interventoría?  en realidad son profesionales que tienen la experiencia para poder dirimir un problema con el constructor y seguramente a través de los años su conocimiento es tan grande que pueden ayudar a que nuestras obras sean más eficientes, eficaces y de calidad?  O contamos con pequeños profesionales sin experiencia que apenas han salido de su fiesta de graduación, para ejercer lo que debería estar en cabeza de personal confiable y experimentado.

Lo triste es que como hoy en día los recortes presupuestales de quienes ejercen la labor de interventoría también han tocado sus estados financieros, para este tipo de actividades se contratan pichones de la ingeniería o la arquitectura, que desafortunadamente no ayudan a que los proyectos tengan controles técnicos adecuados y en lugar de ser una mano derecha para el constructor, se vuelven la mano destructiva de la interventoría, porque solo esperan a ver en qué momento utilizan su frase favorita, ESTO HAY QUE DEMOLERLO y después se jactan de haberlo hecho! 

No se supone que si quien ejerce control, es quien (incluso puede o debe tener más experiencia que el mismo constructor), ayude a que jamás encontremos problemas de calidad en nuestras obras, presupuestos y demás?

No se supone que si quien ejerce control en una obra, esta tan interesado en que las cosas salgan bien para su cliente final, debe estar presto a que si por desgracia el constructor comete un error por obra u omisión, intervenir de inmediato para corregir sin llegar al extremo de tener que destruir, porque la recomendación llego tarde?

Hoy veo más interventorías destructivas que constructivas, porque definitivamente se empodera a profesionales carentes de conocimiento, que lo único que hacen es generar atrasos en los proyectos y están más pendientes de llenar una serie de formatos, que los hacen ver como los más burocráticos del mundo.

Imagínese usted, si los mayas o los egipcios hubieran construido sus obras de arte en esta época, con seguridad las pirámides de la Riviera Maya o la gran pirámide de KEOPS, KEFREN O MISERINO, estarían en obra negra, esperando el aval de alguien que en su vida supo lo que era construir una pirámide perfecta.

Estoy seguro como constructor e incluso muchas veces como interventor, no son todos, ni todas las empresas, que no tienen perfectamente claro la importancia de lo que es ejercer interventoría, pero también estoy seguro que si seguimos empoderando este tipo de personas o profesionales que resultan inadecuados, seguiremos pagando el precio elevado de lo que ello conlleva.

La interventoría debe construir de la mano del constructor, debe ser su apoyo, no debe ser quien envíe sus taladros demoledores a tumbar y retumbar, pues al fin de cuentas esto hablaría mal,  no solamente de quien construye, si no de quien controló.